domingo, junio 01, 2008

Un Funeral en Rengopolis

Después de haber asistido al funeral de mi prima chica en un día lluvioso de Santiago, después que pensé que ya no podía haber algo más trizte que una operación de piernas que termina en un funeral donde la protagonista era mi prima de 16 añitos, después de tener durante días el recuerdo en mi cabeza de muchos paraguas negros reunidos y ver luego que se separan y que debajo de ellos aparece la sepultura de ella con globos y pancartas de sus compañeros de colegio con frases como "te recordaremos siempre"....despues de todo eso, me entero que el Papá de un amigo y compañero de universidad ha muerto.

Con amistades cercanas fuimos a Rengo a su funeral para acompañar a nuestro amigo...¿que más se puede hacer en una situación asi?. LLegamos a la misa de responso en la iglesia de Rengo. Un amigo me susurra al oido: quemaaa, queeemaaa-. y ambos sonreímos de forma cómplice. Mi amiga avanza hasta la mitad de las bancas de la Iglesia y el resto de nosotros camina tras de ella. Nos sentamos intentando buscar con nuestras miradas a nuestros compañero.
Ahi está, ¿como no notarlo con su altura y flaqueza?. A lo lejos logro divisar a su pareja junto a él y a quien por el parecido asumo que es su hermano menor.

Avanza la misa y mis recuerdos de católica vienen como reflejos brillantes en mi cabeza. Casi por descuido empiezo a responder lo que habla el cura, luego me sonrio de mi reflejo condicionado. Hago mi mayor esfuerzo por no ser el perro de pablot y comienzo a distraerme con lo mal que habla el cura....si no fuera por que me se lo que dice de memoria no podría adivinar que chucha dice...su discurso era algo como: Y miró a sus disnsnlos dicinnndo, to..d y bed tos de l s i sangre. En fin, llega el momento de la Paz y con mis amigos pensamos en ir a saludar a nuestro amigo....vemos como practicamente toda la iglesia se le acerca a darle el saludo de la paz, y decidimos no acercarnos en ese momento.
Termina la misa, vienen unas palabras muy lindas de la hermana de nuestro amigo....palabras que nos dejaron a todos con lágrimas en los ojos. Luego viene la imagen más trizte de todas...ver a mi amigo cargando el ataúd de su padre...
Salimos de la Iglesia y nos acercamos a ver a Sotelo...lo abrazo y le susurro al oído que tenga fuerza...¿que más le puede decir una agnóstica a alguien en un momento así?...¿que espero que su papá esté con un Dios en el que no creo? ¿que seguramente desde el cielo que no creo lo estará cuidando?....fuerza fue lo único atinado que encontré en mi cabeza para algo así.
Se nos indica que de la iglesia caminaremos al cementerio. Empieza una procesión gigante, con mucha gente por calles que al parecer están acostumbradas a estas cosas. En mi cabeza hacia el paralelo con el reciente funeral de mi prima en el que sólo en auto se podía llegar de la casa donde la estaban velando al cementerio donde descansaría su cuerpo.

Caminamos por calles para mi desconocidas de Rengo. Llegamos a un cementerio de ahí. No sé que cementerio era, solo sé que es celeste....muchas lápidas y cruces y nichos en color celeste...Para mi es el cementerio celeste de Rengópolis.
Entre palabras y rezos es enterrado el Papá de mi amigo....con una pala se le lanza tierra en un acto que a mi me parece de lo más tétrico. Se escuchan unas últimas palabras y la gente se empieza a alejar. Esperamos para por fin acercarnos a Sotelo de una forma más amable.
Y ahí está Sotelo, junto a su pareja mirando la sepultura de su padre...nos acercamos y saludamos...lo abrazo para despedirme le digo que esté bien, que se cuide y nos dice mientras me abraza: muchas gracias por haber venido chiquillos....-. sus ojos se vuelven a llenar de lágrimas y siento como los mios también lo hacen...me mantengo dura para no entrar en un llanto colectivo y mi amiga salta con palabras más tranquilizadoras: descansa, me imagino que no han dormido...se van a quedar acá? se regresan a Santiago? duerman y descansen...
Nos alejamos con pena alegrándonos que entre nosotros haya un oriundo de Rengo que nos podrá guiar al auto que quedó en la plaza de la ciudad.
Ya con la caminata logramos reírnos un poco y alivianar la situación.
Que terrible no poder hacer nada, que terrible tener que enterrar a los padres, a los amigos, a los primos a las personas cercanas que bajo mi lógica no espero que mueran...Todos sabemos que moriremos y que nos comeran los gusanos....y bueno, los más optimistas creen que irán al cielo...pero ¿hay alguien realmente que esté preparado para enterrar a alguien? ¿para ver a esa persona querida bajo tierra???

Solo me alegro de haberme metido mi caña de día sábado por la mañana por la raja y haber asistido al funeral de mi amigo...me alegro haberle visto esbosar una sonrisa cuando camino al cementerio el Miguel pisó una botella que sonó estrepitosamente y que provocó que todos se voltearan a vernos....Incluso Sotelo que al vernos reir de la forma más callada que pudimos, sonrió y nos arrojó una mirada cómplice mientras tambien tragaba su risa agachando su cabeza...

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